EST. 1985
NUESTRA HISTORIA
Los Inicios en la Hacienda de Santa Catalina de Siena
La historia de lo que hoy conocemos como Carnes San Juan comienza a mediados del siglo XIX, en la Hacienda de Santa Catalina de Siena, ubicada en el municipio de Guadalupe Victoria, Durango. Esta hacienda, fundada en 1754 bajo el mandato del Rey Felipe II de España, fue adquirida por los condes de San Pedro del Álamo y originalmente llevaba el nombre de Hacienda de Santa Catalina del Álamo. En su pequeña capilla, se veneraba a la Virgen de Santa Catalina de Siena, la santa patrona de la comunidad.
Durante los turbulentos años de la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera a principios del siglo XX, la familia de José Contreras, administrador de la hacienda, se vio obligada a abandonar el lugar debido a la violencia que asolaba la región. Los cristeros, que se rebelaban contra las políticas anticlericales del gobierno, atacaban a los hacendados y a las personas vinculadas a la Iglesia. José, su esposa y sus hijos emprendieron un arduo viaje hacia el sur, buscando un nuevo comienzo. Uno de los hijos, Juan Contreras, era apenas un adolescente cuando iniciaron esta travesía que cambiaría el curso de la historia familiar.
El Viaje a Zacatecas y los Primeros Pasos en el Comercio
La familia recorrió varios pueblos antes de establecerse en la ciudad de Zacatecas. Durante el trayecto, en un punto tan crítico como lo fue Río Grande, José se vio obligado a sacrificar uno de los bueyes que tiraba su carretón para intercambiar su carne por productos básicos como frijol y maíz. Aunque esa acción les dio un respiro temporal, la familia continuó su viaje hasta la capital de Zacatecas.
Una vez instalados en Zacatecas, José Contreras, con sus conocimientos en administración y habilidades de negociación, comenzó a comprar y vender animales flacos, engordándolos para luego revenderlos en mejores condiciones. También aprovechó cada recurso disponible, vendiendo cueros y pieles a la industria del calzado en León. Así, poco a poco, se establecieron las bases de lo que eventualmente se convertiría en el negocio familiar de carnes.
La Expansión del Negocio Cárnico
Al morir José Contreras en la década de 1920, su hijo Juan heredó el negocio. En 1929, Juan abrió su primera carnicería en el mercado conocido como "El Laberinto", que se encontraba en un callejón hacia la Plaza Genaro Codina. Con gran visión empresarial, Juan se aseguró de aprovechar cada parte del animal, ganando la confianza de su clientela. Trágicamente, Juan falleció en 1945 a los 45 años, dejando a su esposa a cargo de sus ocho hijos.
En ese difícil contexto, la viuda de Juan arrendó la carnicería a cambio de un kilo de carne diario, lo que le permitió alimentar a su familia y mantener viva la tradición comercial de la familia Contreras. Víctor, uno de los hijos mayores, decidió mudarse a Mexicali buscando nuevas oportunidades. Ahí, entre 1951 y 1955, emprendió varios negocios, como una tortillería y una lonchería, antes de regresar a Zacatecas con una base económica más sólida.
El Renacimiento de Carnes San Juan
De regreso en Zacatecas, Víctor retomó las riendas del negocio familiar y no solo recuperó la carnicería arrendada, sino que abrió varias más. Bajo su liderazgo, Carnes San Juan se expandió rápidamente, llegando a tener 50 carnicerías en Zacatecas, Guadalupe y Aguascalientes. Para administrar este crecimiento, implementó un modelo en el que cada carnicería operaba de manera independiente, bajo la condición de que toda la carne fuera adquirida directamente a través de él.
Para asegurar la calidad y consistencia del producto, en 1985-1986 se fundó el "Centro de Carnes San Juan S.A. de C.V.", lo que permitió una mayor eficiencia y consolidó el crecimiento del negocio en la región
La Fundación de Mantezac
A medida que Carnes San Juan seguía expandiéndose, surgió un problema inesperado: el negocio comenzó a generar un excedente significativo de grasa de cerdo, que se almacenaba sin una utilidad clara. La grasa acumulada se convirtió en un desafío logístico y económico. Fue entonces cuando Víctor, siempre buscando soluciones innovadoras, decidió aprovechar ese subproducto y crear una empresa destinada a procesar la grasa de cerdo y convertirla en manteca.
Así nació Mantezac, cuyo nombre deriva de "Mantecas de Zacatecas". En un principio, Mantezac se centró en manejar el excedente de grasa producido por las carnicerías familiares, procesándola para su venta al público. La manteca se convirtió rápidamente en un producto popular, tanto en los hogares como en las cocinas de restaurantes locales. La empresa encontró un mercado sólido que, aunque fluctuante, siempre mantuvo una demanda constante.
Con el paso del tiempo y la llegada del Tratado de Libre Comercio (TLC), Mantezac se formalizó como una empresa independiente. Se registró ante Hacienda, y comenzaron a importar manteca de cerdo desde Estados Unidos. Sin embargo, la manteca importada no tenía el sabor y la calidad que el mercado mexicano requería, por lo que Mantezac comenzó a combinarla con productos locales, logrando así un producto final de mayor calidad y aceptación.
El Legado Duradero
Hoy, en 2024, el legado de la familia continúa firme. El grupo empresarial, que incluye a Carnes San Juan y Mantezac, cuenta con más de 120 colaboradores, una fábrica, cinco ranchos de engorda, tres centros de distribución y presencia en más de 15 estados del país. Gracias al esfuerzo y la visión de varias generaciones, esta familia ha construido un sólido imperio cárnico que sigue creciendo y adaptándose a los nuevos tiempos.
Desde sus humildes inicios en la Hacienda de Santa Catalina de Siena hasta convertirse en una de las empresas más reconocidas en la industria cárnica del Bajío, la historia de Carnes San Juan es un testimonio de perseverancia, creatividad y capacidad de adaptación. Lo que comenzó como un esfuerzo por sobrevivir en tiempos difíciles, ha florecido en un legado que inspira a futuras generaciones.
¿QUIÉNES SOMOS?
Somos una PYME 100% ZACATECANA líder en la industria de la carne, comprometidos con la calidad y la excelencia en cada uno de nuestros productos. Desde la crianza de nuestro propio ganado vacuno, la fabricación de productos derivados del puerco, y las alianzas con proveedores nacionales e internacionales, aseguramos la frescura y la trazabilidad de nuestros productos cárnicos. Además, ofrecemos una amplia gama de proteínas animales elaborados con los más altos estándares de calidad al mayoreo y menudeo. Con un enfoque en la satisfacción del cliente, nos esforzamos por ofrecer pura calidad a precios justos, garantizando una experiencia de compra excepcional en todas nuestras sucursales.
MISIÓN
En CARNES SAN JUAN, nos dedicamos a proporcionar a nuestros clientes productos cárnicos de la más alta calidad, provenientes tanto de nuestro propio ganado como de proveedores internacionales de confianza. Nos esforzamos por ofrecer una amplia variedad de proteínas animales, así como derivados del cerdo de producción propia, tales como manteca y chicharrón prensado. Nuestro compromiso es garantizar la frescura, trazabilidad y seguridad alimentaria en cada producto que ofrecemos en nuestras sucursales. Buscamos satisfacer las necesidades culinarias de nuestros clientes con productos de calidad a precios justos, manteniendo siempre un estándar de excelencia y ética en nuestras operaciones.
Nos visualizamos como líderes en la industria de la carne en Zacatecas, reconocidos por nuestra dedicación a la calidad, la sostenibilidad y la satisfacción del cliente. Aspiramos a consolidar y expandir nuestras operaciones, manteniendo el control sobre la crianza del ganado vacuno en nuestras propias ganaderías, y fortaleciendo nuestras asociaciones con proveedores internacionales para ofrecer un catálogo diverso de productos de calidad. Buscamos ser el destino preferido de los amantes de la carne en la región, ofreciendo una experiencia de compra excepcional, productos frescos y deliciosos, y un servicio al cliente excepcional, todo ello respaldado por nuestra firme convicción de vender pura calidad a precios justos.